Admiro muchísimo a la gente que se compromete a un estilo y lo lleva siempre, yo soy demasiado cambiante, parezco las Spice Girls, sólo que cada día soy una diferente.
Volvamos a los góticos, este tema siempre me ha resultado muy atrayente, los góticos tienen una estética que me gusta y que veo favorecedora, como Morticia Addams y sus vestidos largos negros. La imagen gótica siempre ha estado ligada a gente elegante, que vive en castillos y que en algún momento se quedaron sin dinero y llevan usando lo mismo unos 200 años.
Todo este tema me ha venido a la cabeza por el libro que ha lanzado la estilista Tish Weinstock y que se llama “How to be a goth”. Me ha llegado antes de ayer después de comprarlo en pre venta antes de verano y justo a tiempo para Halloween. En este libro Tish desentraña los misterios de la estática gótica de la que ella es fiel seguidora y además cuenta con sus amigas para hacer comentarios, como Kate Moss, amigas normalitas…
Tener este libro en las manos me ha hecho mirar a mi armario y darme cuenta de que esa estética es una constante en mi forma de vestir, no es que yo sea una gótica de manual, pero si tengo trazas que me hacen sentir muy bien y que son grandes aciertos a la hora de montar tu imagen.
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