A raíz de la muerte de David Lynch nos ha arrasado en redes sociales una avalancha de videos y citas de su vida. He leído desde sesudos análisis sobre los decorados de sus películas, a verle animando a Naomi Watts con una escena de Mulholland Drive, por supuesto pasando por una vida de meditacíón transcendental que admiro profundamente.
Lynch era un personaje fascinante. Tengo su Catching the big fish desde hace años (lo compré en un viaje a LA para redondear la jugada) y lo he leído aunque meditar me cuesta horrores. Pero échandole ahora otro vistazo, creo que he encontrado un nexo entre todos sus videos, la meditación y él mismo: el foco. Era un hombre con mucho foco en todo lo que hacía, y lo demás le daba igual.
Dentro de este enfoque minimalista de sus intereses hay uno que me ha hecho mucha ilusión y que compartimos. No llego a sus niveles, pero me voy acercando. me refiero, si no lo habéis visto sorpresa, a que David comía y cenaba todos los días lo mismo, exactamente lo mismo. Bueno con la excepción de cuando estaba de viaje, pero nada más.
En mi entorno a veces se sorprenden cuando ven mi comida o cena día tras día, pero es que me gusta comer así y me ayuda mucho mentalmente. Lynch contaba en una entrevista, que no prestar atención a la comida le hacía no distraerse, y tiene tod la razón. Él eligió dos platos que le encantaban y que le sentaban bien y los convirtió en su ABC. Maravilloso.
Para entender esto hay que entender que la comida es comida. Por supuesto que se puede comer cosas historiadas, sabores de morir o preparaciones de caerte de culo, pero básicamente nuestro cuerpo lo que quiere es comida, y el resto es lo que quiere nuestro cerebro. Nuestra supervivencia además necesita poca comida, este punto os lo garantizo, cuando empiezas a comer siendo muy consciente de lo que comes y escuchando cuando te llenas y cuando debes parar, alucinas con lo poco que has comido, es un ejercicio que todo el mundo debería hacer.
Volviendo al tema, aparte de entender que la comida es comida, hay una segunda parte mental que se está estudiando mucho sobre el impacto de la comida y la microbiota en nuestro cerebro (alucinante). Comer determinados alimentos y de determinada forma están siendo relacionados con enfermedades mentales como la depresión, que parece rizar el rizo, pero no lo es. Siempre se ha dicho que el segundo cerebro es el intestino, y que está conectado al primero por alertas y avisos que se hacen sin parar, ahora simplemente se está confirmando.
Relacionado con esto, Lynch no sólo comía todos los días lo mismo, si no que comía muy limpio. Entendedme por muy limpio (esta denominación es mía), alimentos poco procesados, sin salsas y sin florituras. En su caso su dieta consistía en comer cada día:
Comida - tomate, atún en aceite con queso feta en una ensalada.
Cena - brócoli y pollo con salsa de soja.
Y a mi no sólo me parece brillante, si no que llevo dos años haciendo lo mismo y me ha cambiado la vida. Comer limpio y básicamente lo mismo ha diario ha mejorado mi ansiedad y mi vida en general. Quitar el foco de la comida me ha permitido ponerlo en otras cosas mucho más importantes, y comer cosas sencillas han permitido que hacer la compra deje de ser un lío de listas y pase a ser una lista sencilla de básicos (como un buen armario). Además, me hace ahora ilusión salir a comer y cenar fuera un par de veces a la semana y comer lo que yo no cocino, un buen pescado a la brasa, unas lentejas, una tortilla en condiciones… he vuelto también a los básicos al 90% cuando salgo fuera y estoy feliz.
Para rematar, creo que vivimos un muno donde estamos bombardeados por toda clase de estímulos constantemente, y si algo enseña la meditación, es a parar esos estímulos y decidir cuáles son los que permites pasar y los que no. Para algunas personas, este enfoque minimalista se podrá aplicar a la comida, para otros será la ropa, y para otros quizás la casa. Pero si queréis coger el pez grande, debéis dejaros de contestar a todos los estímulos y focalizaros en los importantes.
Feliz Lynch domingo.
Mer
Yo eso lo aprendí hace 4 décadas gracias a la abuela de una compañera del cole que mantenía el menú semanal completamente igual todo el año. A mí me llamaba la atención cuando me decía mi compañera "hoy como X" y yo le preguntaba "cómo sabes antes de llegar a casa lo que vas a comer" y me respondió que su abuela hacía para comer y cena todos los Lunes lo mismo, los Martes, otro plato, pero igual todos los Martes y así sucesivamente. En ese momento me pareció aburridísimo (éramos niñas) pero de adulta, cuando me independicé, pensé...qué sabiduría 😂😂😂 y empecé a hacer los mismo. Supone una liberación mental importante.
¡Hola! Lo de comer siempre lo mismo es como quien hizo el experimento o lo mantiene en su vida de vestir siempre igual. Todo se basa en lo mismo: tiempo mental liberado para ocuparlo en otra cosa "más interesante" según consideraciones. Al final, es liberar mente... de 3.000 preocupaciones innecesarias diarias. ¡Feliz domingo!